CIUDAD DE GUATEMALA, Guatemala – El país centroamericano que preside Álvaro Colom sufre un déficit de vivienda superior a los 1,5 millones de casas, según ha señalado la Cámara Guatemalteca de la Construcción
Colom se comprometió a construir 200.000 viviendas durante su legislatura. Pero un informe del Fondo Guatemalteco para la Vivienda (FOGUAVI) estima que el número de construcciones no sobrepasa las 25.000 durante el año que lleva en el poder, desde que asumiese el cargo en enero de 2008.
El proyecto de urbanizacion, que ya sufría la falta de recursos económicos, se ha ralentizado por cargos de corrupción. Luis Ruano, directivo de la organización civil 'Auditoría Ciudadana', denunció que cientos de familias pagaron 6.000 quetzales (US$730 dólares) por una vivienda en la urbanización 'Comunidad Polígono Siete', ubicado en el departamento de Retalhuleu.
El problema: El gobierno les había dicho que sus casas serían gratuitas.
Ruano explicó que "las autoridades guatemaltecas pagaron a la Fundación para Mentores Empresariales de Guatemala (FUMEG) un total de 50.000 quetzales (US$6.100 dólares) por casa, cuando en reallidad cada una valía 20.000 quetzales (US$2.450 dólares)”.
FUMEG recibió más de 20 contratos para la construcción de viviendas en Quiché, Retalhuleu, Suchitepéquez y Totonicapán -departamentos en la zona occidental del país-, aunque, curiosamente, la misma casa que en un lugar se vende a 50.000 quetzales (US$6.100 dólares), en otra región lo hace a 37.000 quetzales (US$4.500, según indica el propio Ruano.
Por su parte, Alejandro Urízar, director ejecutivo de Acción Ciudadana y del Capítulo Guatemalteco de Transparencia Internacional, señaló que el sistema de gestión social de la vivienda en Guatemala favorece la corrupción.
Para Urízar, el hecho que existan múltiples organizaciones que impulsan proyectos de construcción, como FOGUAVI, la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN), el Programa Nacional de Resarcimiento y el Fondo Nacional para la Paz (FONAPAZ), es perjudicial porque "cuantos más actores hay, más intereses y, por ende, más hechos delictivos”.
Rebeca Morales, vecina de Santa Faz Chinautla, una ciudad al norte de Guatemala, narró que hace 10 años tuvo que pedir un préstamo para construirse una casa, ya que FOGUAVI tan sólo le había entregado el terreno.
"La organización Hogar y Desarrollo (HODE) llegó y dijo que nos daría un préstamo para construir mi casa", dijo Morales. "Solicité el crédito, pero la construcción quedó muy mal y los materiales eran de mala calidad. Me prestaron 7. 000 quetzales (US$850 dólares), pero ahora dicen que debo pagar 50.000 quetzales ($6.100 dólares) por los intereses generados”.
Y ese es el problema: La mayoría de guatemaltecos no gana lo suficiente como para pedir préstamos hipotecarios a largo plazo.
El salario mínimo en Guatemala es de 56 quetzales al día (US$7 dólares) o 1.703 quetzales al mes (US$210 dólares), según datos del Ministerio de Trabajo.
Julio Giménez, de la Central General de Trabajadores de Guatemala (CGTG), considera absurdo que el sueldo mínimo no permita a la población optar a una vivienda digna.
"Hay anomalías en la contratación de las obras que deberían ser investigadas por la Contraloría General de Cuentas", denunció Nery Rodenas, de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado (ODHA). "Además, el Estado se está desnaturalizando, al convertir la ayuda social en un negocio”.
El gobierno, sin embargo, tiene una opinión muy diferente sobre la situación de la vivienda.
“Desconozco esa fundación [FUMEG] y los proyectos que están denunciando", dijo Héctor Alfredo Barrios Comparini, viceministro de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda. "Pero los precios pueden variar de acuerdo a distancias o metrajes".
Colom se comprometió a construir 200.000 viviendas durante su legislatura. Pero un informe del Fondo Guatemalteco para la Vivienda (FOGUAVI) estima que el número de construcciones no sobrepasa las 25.000 durante el año que lleva en el poder, desde que asumiese el cargo en enero de 2008.
El proyecto de urbanizacion, que ya sufría la falta de recursos económicos, se ha ralentizado por cargos de corrupción. Luis Ruano, directivo de la organización civil 'Auditoría Ciudadana', denunció que cientos de familias pagaron 6.000 quetzales (US$730 dólares) por una vivienda en la urbanización 'Comunidad Polígono Siete', ubicado en el departamento de Retalhuleu.
El problema: El gobierno les había dicho que sus casas serían gratuitas.
Ruano explicó que "las autoridades guatemaltecas pagaron a la Fundación para Mentores Empresariales de Guatemala (FUMEG) un total de 50.000 quetzales (US$6.100 dólares) por casa, cuando en reallidad cada una valía 20.000 quetzales (US$2.450 dólares)”.
FUMEG recibió más de 20 contratos para la construcción de viviendas en Quiché, Retalhuleu, Suchitepéquez y Totonicapán -departamentos en la zona occidental del país-, aunque, curiosamente, la misma casa que en un lugar se vende a 50.000 quetzales (US$6.100 dólares), en otra región lo hace a 37.000 quetzales (US$4.500, según indica el propio Ruano.
Por su parte, Alejandro Urízar, director ejecutivo de Acción Ciudadana y del Capítulo Guatemalteco de Transparencia Internacional, señaló que el sistema de gestión social de la vivienda en Guatemala favorece la corrupción.
Para Urízar, el hecho que existan múltiples organizaciones que impulsan proyectos de construcción, como FOGUAVI, la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN), el Programa Nacional de Resarcimiento y el Fondo Nacional para la Paz (FONAPAZ), es perjudicial porque "cuantos más actores hay, más intereses y, por ende, más hechos delictivos”.
Rebeca Morales, vecina de Santa Faz Chinautla, una ciudad al norte de Guatemala, narró que hace 10 años tuvo que pedir un préstamo para construirse una casa, ya que FOGUAVI tan sólo le había entregado el terreno.
"La organización Hogar y Desarrollo (HODE) llegó y dijo que nos daría un préstamo para construir mi casa", dijo Morales. "Solicité el crédito, pero la construcción quedó muy mal y los materiales eran de mala calidad. Me prestaron 7. 000 quetzales (US$850 dólares), pero ahora dicen que debo pagar 50.000 quetzales ($6.100 dólares) por los intereses generados”.
Y ese es el problema: La mayoría de guatemaltecos no gana lo suficiente como para pedir préstamos hipotecarios a largo plazo.
El salario mínimo en Guatemala es de 56 quetzales al día (US$7 dólares) o 1.703 quetzales al mes (US$210 dólares), según datos del Ministerio de Trabajo.
Julio Giménez, de la Central General de Trabajadores de Guatemala (CGTG), considera absurdo que el sueldo mínimo no permita a la población optar a una vivienda digna.
"Hay anomalías en la contratación de las obras que deberían ser investigadas por la Contraloría General de Cuentas", denunció Nery Rodenas, de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado (ODHA). "Además, el Estado se está desnaturalizando, al convertir la ayuda social en un negocio”.
El gobierno, sin embargo, tiene una opinión muy diferente sobre la situación de la vivienda.
“Desconozco esa fundación [FUMEG] y los proyectos que están denunciando", dijo Héctor Alfredo Barrios Comparini, viceministro de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda. "Pero los precios pueden variar de acuerdo a distancias o metrajes".
http://www.infosurhoy.com/cocoon/saii/xhtml/es/features/saii/features/main/2010/02/17/feature-03