DIA DE LOS SANTOS EN QUICHE
Por Héctor Javier Tecúm, Quiché
Miles de quichelenses acudirán este 1 y 2
de noviembre a los cementerios del departamento para rendir tributo a sus seres
queridos que yacen en las tumbas o panteones, para poner de manifiesto las
tradiciones y costumbres que año con año se practican en estas fechas.
En Santa Cruz del Quiché desde varios días
antes del 1 de noviembre, muchas personas acuden a los cementerios para
limpiar, pintar o decorar el lugar donde se encuentran sus familiares y para el
día principal llevan flores, coronas, candelas y veladoras para presentar como
regalo a quienes han partido al más allá, mientras que en las calles aledañas
al cementerio se colocan cientos de ventas de flores, candelas, además de la
venta de comida y otros artículos que convierten a la calle del cementerio en
un lugar muy atractivo y alegórico..
En Chichicastenango esta fecha es
celebrada con mayor derroche debido a que varias asociaciones presentan actividades
como conciertos musicales, la presentación de los bailes del torito y el baile
de los mexicanos, bailes de disfraces y la quema de luces de colores, mientras
que las 14 cofradías sacan a todas las imágenes en procesión para recorrer las
calles y avenidas del municipio.
La fiesta del día de los santos es la
considerada por la cofradía de santo Tomás Apóstol como el preámbulo de la
feria titular de Chichicastenango a realizarse en diciembre en honor a Santo
Tomás Apóstol, debido a que desde esa fecha se inician los preparativos y entra
a trabajar la nueva cofradía, mientras que los cofrades salientes empiezan el
proceso de traspaso.
En relación a las principales tradiciones
para estas fechas, cada familia tiene sus propias formas de festejarlo, y las
actividades varían de lugar en lugar, lo que es generalizado es la visita a los
cementerios y la decoración de las tumbas, así como la preparación de comidas
especiales para compartirlo con la familia y en algunos casos para llevarlo al
cementerio para ir a compartir con aquel ser querido fallecido.
En Santa Cruz del Quiché se cocinan
elotes, güisquiles y tamalitos de elote para compartir con la familia mientras
que en Chichicastenango para estas fechas las comunidades arreglan los caminos
y las veredas así como cada familia arregla el camino de entrada a su casa ya
que se tiene la creencia de que para la noche del 1 de noviembre el espíritu de
los muertos realizan una visitan a la que fue su casa, por ello hay que tenerlo
preparado con la decoración respectiva, regularmente colocan flores en las
puertas, otros dejan candelas o veladoras como una especie de bienvenida.
Otra de las tradiciones de muchas familias
en Chichicastenango es que la noche del 1 de noviembre se deja preparado un
banquete para que el espíritu de los seres queridos los vengan a saborear, se prepara una mesa con una cantidad de
sillas dependiendo de la cantidad de personas fallecidas en cada casa y se
dejan los elotes, güisquiles, tortillas o tamalitos de elote y en algunos casos
licores y un recipiente con agua para lavarse las manos, además se deja una
veladora, candelas e incienso para honrar a los visitantes especiales.
Al amanecer del 2 de noviembre se recogen los
alimentos y la familia los consume como para compartirlo con sus seres queridos
fallecidos, ésta es una de las tradiciones que poco a poco se está perdiendo
pues muchos, sobretodo las familias jóvenes ya no la practican.
En la mayoría de municipios se desarrollan
actividades en los cementerios, tanto en Santa Cruz del Quiché como en Chichicastenango
se celebra la misa en el cementerio y el sacerdote bendice las tumbas, muchas
familias piden el “responso” que es una oración que el sacerdote eleva a Dios
para pedir por el alma de los fallecidos así como para pedir la protección de
los familiares que aun viven.
En otros lugares llegan los mariachis para
prestar sus servicios musicales, la familia les pide una canción en memoria de
sus seres queridos, en otros casos un grupo de música de banda pasa de tumba en
tumba y las familias solicitan alguna melodía para recordar a sus familiares.
Regularmente esta celebración se
desarrolla en un ambiente de fiesta y colorido por la gran cantidad de flores,
coronas de muchos estilos y tamaños, sin embargo siempre se observa a gente que
llega a llorar de manera inconsolable ante la tumba de sus familiares,
especialmente si el deceso ha sido reciente. En otros casos se organizan
actividades como concursos de barriletes en los cementerios.
Otra de las tradiciones de
Chichicastenango para esta fecha es que la noche del 1 de noviembre, un grupo
de jóvenes se reúne a eso de las seis de la tarde en el cementerio, desde allí
salen disfrazados y con gorgoritos y tambores recorren el pueblo pasando de
casa en casa para recolectar alimentos, especialmente elotes y güisquiles,
algunas familias les dan, otras no, y todo lo recaudado lo llegan a repartir
entre ellos, se dice que a media noche regresan nuevamente al cementerio para
comer lo recaudado, en esta actividad participan especialmente jóvenes que
deciden desafiar el miedo o demostrar su valentía estando en un cementerio a
media noche.
Durante los días previos a la celebración
del día de los santos y los difuntos, se observa mucha afluencia de personas,
esta misma celebración ha permitido que otras personas ofrezcan distintos
servicios, algunos jóvenes llevan pinturas y por diez quetzales pintan una cruz
o remarcan el nombre de la persona fallecida, algunos albañiles ofrecen sus
servicios de reconstrucción o remozamiento de los panteones y tumbas, niños y
niñas así como adultos llegan a vender coronas de distintos tamaños y diseños.
Pareciera que la diferencia de clases
sociales se mantiene aun después de muertos, pues en algunos cementerio se ve
una marcada diferencia entre un sector y otro, hay lugares donde las tumbas son
solamente de tierra con una cruz sencilla generalmente de madera, en otros hay
alguna pequeña construcción y hay sectores con panteones lujosos con
estructuras de vidrio, azulejo o hierro, al menos ése es el caso en el
municipio de Chichicastenango donde se observan construcciones como un palacio
chino o una replica de una pirámide maya otras construcciones con cúpulas bien
acabadas, etc.
Así como hay tumbas muy bien conservadas y
decoradas, hay también totalmente olvidadas, en algunos casos ya ni se aprecia
el nombre de la persona que allí yace, en el caso de Chichicastenango se hizo
un recorrido para identificar las tumbas más antiguas, constatando que la de
Susana de Coronado es la más antigua quien murió en junio de 1893, a pesar de ello la tumba aun
se ve conservada.
En
Santa Cruz del Quiché el cementerio casi está a punto de colapsar que la
municipalidad se ha visto en la necesidad de incinerar varios de los restos
cuyos familiares ya no se han hecho cargo de ellos o que ya haya terminado el
tiempo para estar en alguna tumba que es de 20 años, de esa manera se habilitan
otros lugares.
Éste
es un panorama general de cómo se vive en el departamento de Quiché la fiesta del día de los santos o los
difuntos sin olvidar que uno de los municipios tiene a esta fiesta como feria
titular, se trata del municipio de Pachalum lugar donde las actividades
iniciaron desde hace una semana con los desfiles alegóricos, actividades
deportivas y religiosas además de conciertos y bailes como es común en una feria,
el día principal lo celebran el 28 de octubre aunque toda la fiesta termina
hasta el 1 de noviembre.